Explorá el inframundo maya y conocé un sitio único

Los mayas fueron una civilización avanzada que copó el centro y parte del norte de América, que aún hoy sigue siendo fascinante y genera el asombro de miles de expertos. Emplazados en bellísimos pasajes naturales, en este texto te contamos cómo viajar para explorar el inframundo maya y conocer un sitio único.
Conocidos por su amplio desarrollo en escritura, matemáticas, astronomía, arquitectura monumental y calendarios, los mayas vivían detrás de una densa cortina de vegetación, donde el rumor de la selva tropical es lo único que se escucha.
Allí se abre un portal al pasado. El “inframundo” de aquel pueblo es la entrada a una cavidad sagrada y milenaria, un reino subterráneo en el corazón de Belice que resulta un túnel del tiempo, un santuario en el que las ofrendas ceremoniales y los esqueletos de los antiguos mayas permanecen intactos.
Belice (en inglés es Belize) se encuentra debajo de México, limita al oeste y al sur con Guatemala, y su cara este es bañada por el Mar Caribe. En este país hay miles de cuevas y cada viajero puede elegir la que mejor se adapte a sus posibilidades.
La mayoría ofrece estalactitas y estalagmitas, fragmentos de cerámica o piezas intactas (como Che Chem Ha), restos óseos (a veces, esqueletos intactos, como Actun Tunichil Muknal) y cascadas subterráneas (Blue Creek, Caves Branch).
La revista National Geographic le dedicó un informe a esta zona, repasando los bellos paisajes fusionados con una cultura ancestral que aún vive fuerte en los sitios donde habitaron. El artículo del periodista Ali Wunderman indica que “en Belice hay cientos de cuevas que servían de portal a lo que los mayas llamaban Xibalbá, hogar de antiguos dioses de la muerte, rituales y reliquias extraordinarias”.
Los mayas llamaban Xibalbá a su inframundo gobernado por los dioses de la muerte, conocidos como los Señores de Xibalbá. Este lugar no era necesariamente un equivalente al infierno, sino más bien el destino final de la mayoría de las almas tras la muerte.
Creían que el viaje a Xibalbá era largo y peligroso, y su descripción más detallada se encuentra en el texto sagrado del Popol Vuh. Para los mayas, las cuevas y cenotes eran consideradas las entradas físicas a este reino.
Lo cierto es que estos son depósitos de agua dulce, pozos o cavidades naturales formadas por el colapso del suelo calizo, donde el agua de lluvia y los ríos subterráneos crearon cuevas inundadas. La palabra “cenote” proviene del maya “dzonot”, que significa “abismo”.
“En Belice, la entrada al inframundo está justo debajo de tus pies. Este pequeño país centroamericano alberga cientos de cuevas, muchas de las cuales se pueden explorar. Pero son algo más que un lugar para practicar espeleobuceo. Se dice que estas cuevas son el camino a Xibalbá, o el inframundo maya”, continúa el texto de la revista estadounidense.
Es Actun Tunichil Muknal una aventura en sí misma. Los exploradores modernos, equipados con cascos y linternas, deben caminar, nadar e incluso escalar a través de ríos subterráneos y formaciones rocosas para llegar.
La travesía es un desafío físico y espiritual. “Xibalbá, que significa ‘lugar del miedo’, era importante en la antigua cultura maya. El Popol Vuh, el libro de la creación lo describía como una corte que existía bajo la superficie de la tierra, donde reinaban los dioses mayas de la muerte, y una encrucijada de los vivos y los muertos”, ahonda National Geographic.
Y, para terminar, es importante que sepas que los mayas consideraban la Actun Tunichil Muknal, que significa Cueva del Sepulcro de Piedra, un lugar sagrado. La caverna guarda los huesos de 13 hombres, mujeres, niños y la famosa “Doncella de Cristal“, que se cree que era un sacrificio.
Fuente: www.clarin.com